La psicología infantil es una rama de la psicología en sí y, como es obvio, tiene como objetivo resolver los problemas que puede tener el pequeño, así como lograr establecer en él una autoestima sana, estimular su desarrollo, y dotarle de herramientas eficaces para convertirse en su mejor versión de adultos.
Además, no sólo se trabaja a nivel individual con el niño. Los padres son un elemento crucial para el abordaje de la terapia. También se forma y aconseja a los padres para que sepan comprender y lidiar con las dificultades que presenta el pequeño.
La terapia infantil es muy experiencial y vivencial. Los terapeutas infantiles ponen en práctica actividades y juegos para relacionarse y comunicarse con los niños. Sin embargo, el lenguaje y la comunicación verbal en este tipo de terapia es crucial. Es necesario adaptarlo a la etapa evolutiva en la que se sitúa cada niño, tanto a nivel de comprensión y expresión del lenguaje como de las características de su cognición y pensamiento. Por consiguiente, un terapeuta infantil debe tener conocimientos específicos que oscilen sobre el desarrollo evolutivo, las características de cada área (social, cognitiva, emocional, etc.) en cada momento de la vida del niño