La pubertad precoz ocurre cuando los signos del desarrollo sexual aparecen antes de lo esperado: antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 años en los niños. Aunque cada pequeño crece a su propio ritmo, cuando estos cambios se adelantan significativamente, conviene prestar atención y consultar a un especialista. En este artículo, un endocrinólogo pediátrico te explica de forma sencilla qué es la pubertad precoz, cómo detectarla y qué hacer paso a paso.

¿Qué es la pubertad precoz?
La pubertad es el proceso natural en el que el cuerpo de un niño comienza a adquirir características de adulto. Hablamos de pubertad precoz cuando esos cambios físicos y hormonales se disparan demasiado pronto. Este fenómeno, aunque poco frecuente, puede influir en el crecimiento y en el bienestar emocional de tu hijo o hija.
Síntomas de pubertad precoz en niñas y niños
Reconocer los síntomas de pubertad precoz es fundamental para una detección temprana:
En niñas:
- Desarrollo de mamas o «bultitos» en el pecho antes de los 8 o 9 años.
- Vello púbico o axilar.
- Cambio repentino en la estatura, con un «estirón» rápido.
- Menarquia (primera menstruación) muy temprana.
En niños:
- Crecimiento acelerado del tamaño de los testículos o pene antes de los 9 o 10 años
- Aparición de vello facial, púbico o corporal.
- Voz más grave antes de lo habitual.
- Brotes de acné similares a los de adolescentes.
Si observas alguno de estos signos, especialmente si tu pequeño o pequeña supera las curvas de crecimiento estándares de forma brusca, es momento de actuar.
¿Por qué sucede la pubertad precoz?
Las causas de la pubertad precoz pueden dividirse en dos grupos:
- Origen central: el cerebro (hipotálamo y glándula pituitaria) inicia la producción de hormonas antes de tiempo.
- Origen periférico: los ovarios, testículos o glándulas suprarrenales liberan estrógenos o testosterona de forma independiente al cerebro.
Entre los factores que pueden disparar esta condición están antecedentes familiares, exceso de peso, algunos tumores hormonales o la exposición accidental a cremas y medicamentos que contienen hormonas. Sin embargo, en muchos casos no se identifica un desencadenante claro.

Cómo se confirma el diagnóstico de pubertad precoz
1. Historia clínica y exploración física:
- Medición de talla y peso.
- Grado de desarrollo mamario y genital.
2. Pruebas de laboratorio:
- Niveles de hormona luteinizante (LH), hormona folículo-estimulante (FSH) y estrógenos o testosterona.
3. Estudio de la edad ósea:
- Radiografía de la muñeca y mano izquierda para comparar el desarrollo óseo con la edad cronológica.
Tratamiento de la pubertad precoz
El tratamiento de la pubertad precoz busca frenar temporalmente el avance de las hormonas para que el niño complete su crecimiento y viva sus emociones a su ritmo. La opción más habitual es la terapia con análogos de GnRH, medicamentos que se aplican con inyecciones periódicas y que detienen la señal de «arranque» de la pubertad. En casos de pubertad precoz periférica, se abordan las causas específicas (p. ej., tumor suprarrenal).
Apoyo emocional y recomendaciones para mamá
El impacto psicológico no es menor: tu hijo o hija puede sentirse diferente o aislado. Algunas sugerencias para acompañar este proceso:
- Comunicación abierta: habla con tu pequeño de forma clara, adaptada a su edad.
- Evita comparaciones: cada niño es único; no lo enfrentes con hermanos o compañeros.
- Refuerzo positivo: celebra sus logros, no sólo físicos, sino también emocionales y escolares.
- Consulta psicológica: en caso de ansiedad, cambios de humor o bajo autoestima.

¿Cuándo debes consultar a un endocrinólogo pediátrico?
Si notas alguno de los síntomas descritos o tu hijo supera las tablas de crecimiento para su edad, pide una cita con un endocrinólogo pediátrico lo antes posible. Un diagnóstico temprano mejora el pronóstico y facilita un tratamiento más cómodo y eficaz.
En Ceapsi contamos con un equipo multidisciplinario especializado en endocrinología pediátrica y apoyo psicológico. Agenda tu consulta para resolver todas tus dudas y acompañar a tu hijo en cada etapa de su crecimiento.