La violencia se define como un modo de ejercicio del poder, que facilita la dominación y opresión de quien la ejerce y una posición de sometimiento o sujeción, de quien la sufre o padece. Tal como señala el concepto, la violencia intrafamiliar es la que se manifiesta entre miembros de una familia, como puede ser por ejemplo, entre un cónyuge y otro o entre padres a hijos. Implica un problema de salud pública que involucra a todos los países ya que significa un problema de salud y de riesgo psicosocial, que puede llevar a diversas y múltiples consecuencias en el ámbito social, psicológico y biológico.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas del año 2020, el número de víctimas de violencia doméstica creció un 3,6%. Se tiene registro de 7.654 víctimas que denunciaron y se les aplicó medidas de protección, de las cuales 2.906 eran hombres y 4748 mujeres.
Al ser la familia un importante agente de socialización facilita la adquisición de aprendizajes determinados, por lo que puede suceder que los hijos reproduzcan relaciones violentas, cuando se establezcan en una relación de pareja y tengan sus hijos.
La violencia intrafamiliar tiene las siguientes manifestaciones:
Violencia física: Es la forma más evidente de maltrato, constituye una invasión del espacio físico de la persona y puede generar algún daño corporal. Puede involucrar golpes, empujones, pellizcos, jalones de cabello, provocación de lesiones, entre otros.
Violencia psicológica: Acciones u omisiones destinadas a controlar acciones, creencias y decisiones mediante amenazas, intimidación u objetivización. También se manifiesta mediante actos que buscan herir sentimientos y emociones mediante críticas, celos, descalificaciones, chantajes, aislamiento, castigo o vejaciones.
Violencia sexual: Imponer actos sexuales no deseados, tales como tocamientos no consentidos de partes íntimas, violación, obligar el no uso de anticonceptivos, acoso sexual, entre otros.
Violencia económica: Cuando se usa el dinero como instrumento de chantaje, escondiendo dinero, no siendo sinceros con las cuentas que se manejan, quitar dinero u obligar a realizar una acción no deseada para obtener dinero.
Las posibles causas o factores que influyen en la violencia intrafamiliar, suelen ser la formación desde la familia de patrones socioculturales violentos, situaciones de estrés e inadecuados modos de afrontamiento, consumo de sustancias tóxicas, desorganización familiar, relacionada usualmente al ejercicio de una autoridad desmedida por algunos de los miembros o negligencia.
Puede generar como consecuencias, padecimientos de patologías y trastornos mentales como depresión, trastorno de estrés post traumático, también, la reproducción de dinámicas violentas en las relaciones de los afectados. Si la violencia, fundamentalmente física, se exacerba, puede llevar incluso a la muerte de sus víctimas.
Si eres familiar o parte del entorno cercano a la víctima, es importante que contengas y acompañes para que se sienta más protegida.
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Si presencias un episodio de violencia donde la vida de una mujer puede estar en riesgo, llama de inmediato a Carabineros al 149 o al 133 o a la PDI al 134.
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